Este comportamiento no es un problema como tal, sino el resultado del aprendizaje: alguien les ha enseñado a preguntar, incluso sin ser conscientes de ello (por ejemplo, cuando los niños tiran comida al suelo y el perro la atrapa).
Muchos perros comienzan a llorar, ladrar, saltar encima y molestar de alguna manera a sus dueños a la hora de comer. ¿Por qué? El motivo principal es porque les hemos dado de comer en algún momento, lo que automáticamente les enseña a pedir ya que nuestra mesa se convierte en una fuente más de ingresos.
Consenso de toda la familia
Todos los miembros de la familia deben ser constantes y firmes en el cumplimiento de esta regla; es muy común que unos les den comida de la mesa (aunque sea un poco a escondidas) y otros no, con lo que el perro detectará rápidamente a las personas más propensas a ceder a sus deseos y serán ellas las que lo hagan. pide insistentemente. . A veces hasta la persona más inmutable puede regalarle algo, pensando que así habrá paz y el perro dejará de preguntar: no lo hagamos, nunca se dan por vencidos en su empeño.
Se suele pensar que debemos comer primero y el perro después, para mantener una posición de «liderazgo», sin embargo suele ser más efectivo manejar esta situación con el perro ya saciado de su comida. Además, con este hábito, muchos dueños se sienten “menos culpables” a la hora de no darles de comer en la mesa, ya que su acompañante ya ha comido, con lo que se puede reforzar su comportamiento firme, y es más fácil no ceder ante esos «ojitos lastimeros» y su despliegue de halagos.
Trucos para que tu perro no coma en exceso
Así, lo ideal es que tu perro coma la cantidad adecuada de comida repartida en los tiempos indicados por el veterinario, y así evitar los “extras” , es conveniente que:
- Lo mantengas alejado de la cocina cuando estés preparando la comida
- No le permitas reclamar parte de la cena o comida cuando la familia se sienta abajo en la mesa.
- En lugar de mimarlo con bocadillos a cualquier hora del día, mejor ofrécele un juguete para que se entretenga. O juega con él.
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¡Lo quiero!
¿Y los perros de raza pequeña? Los perros pequeños tampoco se salvan de la glotonería. Quizás con ellos no tengas que preocuparte tanto por la cantidad, sino del tipo de comida que les damos, porque ¿quién puede resistir la tentación?, cuando prueba las delicias es que se sirve en tu casa, es probable que no deje de rogar por más. Agudizan sus sentidos e inteligencia para conseguir lo que quieren de nosotros.
No cedas a los chantajes
Si tu perro es insaciable, lo primero que debes hacer es no sucumbir a sus chantajes emocionales cuando te pida más comida.
Sí, sabemos que es difícil resistirse a esos ojitos, pero es muy importante que respetéis las dosis de comida que les corresponden.