Podemos reírnos del tema, sentir vergüenza o tomarlo con naturalidad; Podemos llamarlos gases, flatulencias o simplemente (y más coloquialmente) pedos, pero no deja de ser un molesto hábito que muchas veces se puede evitar, ¡al menos en lo que respecta a nuestras mascotas!
Para acabar con las flatulencias de nuestro perro, tenemos que analizar las causas. Muy a menudo, no existe un único motivo, sino una combinación de varios factores, por lo que vamos a comentar los más frecuentes y cómo evitarlos.
Causas de los gases en perros
Las causas de estos gases pueden ser por varios motivos. Uno de ellos es:
La comida del perro debe ser de buena calidad. Es recomendable fijarse en la composición del pienso de tu perro y saber qué dieta lleva, ya que determinados alimentos pueden afectar a un sistema intestinal sensible. Un alimento de alta gama tiene una mejor digestibilidad. Debemos probar diferentes piensos hasta encontrar uno que se adapte a nuestro perro.
La fuente de fibra beneficiosa para la salud intestinal del perro
La incorporación de un nutriente tan beneficioso para la salud digestiva como la pulpa de remolacha, que es fuente de fibra soluble e insoluble, además es moderadamente fermentable. Esto significa que la fibra en la pulpa de remolacha tiene los beneficios de agregar volumen y regular la humedad a las heces del perro, proporcionando energía e influyendo positivamente en el equilibrio de la flora beneficiosa en el colon.
La mejor fuente de fibra para perros es la moderadamente fermentable, ya que aporta niveles adecuados de ácidos grasos a la mucosa intestinal. También favorece el buen funcionamiento del tracto gastrointestinal y el mantenimiento de la flora bacteriana en un equilibrio óptimo.
Además, estos piensos Premium suelen estar diseñados con un tamaño de croqueta adaptado en forma y tamaño según las necesidades del perro, para facilitar su aprehensión y favorecer la masticación.
Obstrucción del flujo gástrico
Si el flujo gástrico está total o parcialmente obstruido, el perro presentará síntomas como gases, anorexia, pérdida de peso o eructos. Cuando la obstrucción es parcial, se producen vómitos intermitentes que suelen contener alimentos no digeridos y, en ocasiones, sangre.
En el completo, el perro vomitará nada más comer. Además, el vómito sale en forma de proyectil. Es un problema que requerirá cirugía para eliminar la obstrucción que puede deberse a cuerpos extraños, tumores o algunos tipos de gastritis.