Las sardinas han sido un alimento común durante muchos años, se ha documentado que desde la época en que reinaba Napoleón Bonaparte en Francia, ya se envasaban para el consumo humano.
El pescado es originario de los mares Pacífico, Atlántico y Mediterráneo, por lo que muchos pueblos europeos conocen sus bondades desde hace muchos años.
Las sardinas en la dieta BARF, una valiosa fuente de Omega 3
Las sardinas representan una de las mejores opciones para añadir Omega 3 de calidad a la dieta de tu perro. Tienen un alto contenido en ácidos grasos (Omega 3 y Omega 6), muchos minerales y vitaminas. En concreto, aportan una gran cantidad de hierro y vitaminas del grupo B.
Además, están libres de la gran carga de metales pesados que tienen otros peces más grandes. Una de las primeras cosas que notarás si empiezas a incluir sardinas en los menús BARF de tu perro son las mejoras en su pelaje como reflejo de una excelente salud. ¿Qué otros beneficios aportan las sardinas a la salud de los perros?:
¿Qué beneficios aportan las sardinas a un perro?
Tanto las sardinas como el resto de pescados aportan una excelente cantidad de proteínas de primera calidad, un alto contenido en aceites grasos beneficiosos como el Omega 3 y el Omega 6 y muchos minerales, además de vitaminas.
Cada tipo de pescado tiene unas propiedades diferentes, por ejemplo las sardinas aportan una gran cantidad de hierro y vitamina B, imprescindibles para nuestro perro. Aportarán un nivel extra de energía al perro además de ayudar a mejorar su salud, su piel y su pelo.
¿Qué tipo de sardinas puede comer mi perro?
Como sabes en el mercado puedes encontrar sardinas preparadas de diferentes formas, no todas pueden ser consumidas por tus perros. A continuación, hablaremos de ello.
De hecho, es mucho más recomendable que tu perro coma sardinas en este estado. Pero, debes tener en cuenta que debes saber limpiarlos bien y mantenerlos frescos hasta la hora de comer.
Cómo cocinar sardinas para perros
Las mejores sardinas enlatadas para darle a tu perro son las que están en agua, sin sal añadida, o las que están en aceites naturales como el de oliva o el de coco. Mejor si son sardinas frescas. Las sardinas son peces de espinas blandas, por lo que puedes dárselas enteras a tu perro.
Les damos a Barney y Sandy media lata a cada uno, una vez a la semana (normalmente los viernes con la cena). También puedes darle a los perros pequeños una sardina enlatada pequeña al día y a los perros grandes una sardina enlatada grande al día.