Ayer Irene Montero se había quedado sola en el banquillo azul del Congreso durante el debate de los presupuestos del Ministerio de Igualdad para el año 2023. Ninguna otra ministra de Pedro Sánchez quería estar a su lado cuando el resto de diputados le reprochó el lío que ha montado con su chapucera ley del sí es sí, en la que ha rebajado las penas a unos violadores que ya empiezan a salir de prisión gracias a ella. Rodeada de butacas vacías, sin nadie que quisiera fotografiarse junto a ella cuando todo el mundo la culpaba de su semianalfabetismo, la vimos de pie frente a su asiento y, con el brazo extendido, señalando con el dedo a los diputados de Vox mientras gritando enfurecidos «vamos a parar a esta banda de fascistas», convertida en una nueva Pasionaria 2.0, tan cargada de odio como aquella, pero con menos callos en las manos que no han dado un palo en su vida, salvo tres meses que era cajera de supermercado Luego se sentó y comenzó a llorar.
Si ponemos esa fotografía en blanco y negro sería imposible no recordar la otra en la que Dolores Ibarruri, sin llorar, señala con el dedo al diputado José Calvo Sotelo, líder de la oposición, gritándole enfadada sobre «este es tu último discurso» unos días antes de que un guardaespaldas del socialista Indalecio Prieto le disparara dos tiros en la nuca. De momento Irene Montero solo se atreve a señalar con el dedo. Ese mismo dedo con el que debería han señalado la columna del Congreso de los Diputados detrás de la que ordenó sentarse a Tania Sánchez, la que había sido pareja de Pablo Iglesias hasta que ella se la quitó Escondidas detrás de la columna nunca vimos lágrimas en Tania, la primera conocida víctima de nuestra nueva Pasionaria, que supo rehacerse y, en lugar de llorar, se enfrentó al macho alfa, fundando Más Madrid, el partido con el que lo humilló en las elecciones a la Asamblea de Madrid.
Ahora hablemos k sobre sabores.
La vainilla es la apuesta más segura para tu amigo peludo. Simplemente di no a nada que contenga chocolate, café, moka, pasas, uvas o nueces. Todos estos sabores contienen ingredientes tóxicos que pueden enfermar gravemente a su perro. Tenga cuidado con las marcas y sabores sin azúcar que contienen xilitol, un edulcorante artificial que es altamente tóxico para los perros.
Consulte a su veterinario antes de dar helado a cualquier mascota con antecedentes de alergias alimentarias, enfermedad inflamatoria intestinal, pancreatitis o diabetes.
¿Con qué frecuencia puedes comer helado?
Entonces, ¿con qué frecuencia los perros pueden comer helado? Alimentar a tu amigo peludo con helado que cumpla con los criterios establecidos anteriormente debe hacerse solo unas pocas veces al año como máximo.
Incluso si tu perro no parece tener problemas para digerir los lácteos y no es intolerante a la lactosa, debes limitar su consumo de helado tanto como sea posible debido a los niveles muy altos de azúcar incluidos.
¿los perros pueden comer helado de vainilla?
Perros comiendo helado: Suena bien. A tu perro le encantan las golosinas, así que seguro que le encantará un poco de helado cuando hace calor afuera. Pero, ¿es malo para ellos o los perros pueden comer helado de manera segura? La verdad es que, por muy lindo que parezca compartir el postre con tu amiguito peludo, lo mejor es mantener a tu perro alejado de cualquier helado. Estas son las dos razones principales por las que el helado puede ser malo para los perros: Recuerde que su perro no puede expresarle sus preocupaciones, por lo que aunque parezca estar bien por fuera, podría estar experimentando algunos problemas digestivos importantes por dentro. . Nadie quiere que su amada mascota sufra en silencio. El azúcar también es malo para tu perro. El azúcar en el helado puede hacer que tu perro aumente de peso, y el sobrepeso puede provocar otros problemas de salud. Puede pensar que una cucharada no hace daño, pero piense en la cantidad de calorías que consume su mascota por día. Lo que parece un pequeño regalo para usted puede contener más de un día de calorías para su perro. El helado de chocolate y las coberturas de chocolate, como la salsa de chocolate y las chispas de chocolate, representan un peligro adicional, ya que el chocolate también puede ser tóxico para los perros. Y el helado de ron con pasas está prohibido porque las pasas también son venenosas para los cachorros.
Helado casero
Algunos expertos en nutrición canina recomiendan convertir las frutas que los perros pueden comer en helado. ¿A cuáles se refieren?: arándanos, plátanos, manzanas, peras, mangos, papayas, melones, ciruelas y naranjas. Todas estas frutas aportan fibra y antioxidantes; sin embargo, se debe tener cuidado en las cantidades que se les dan.
Algunas opciones de helados para perros que mencionan son: