Todos sabemos que el mayor beneficio que ofrece el queso a los cuidadores es que podemos camuflar en él las pastillas que debe tomar nuestro perro (por prescripción veterinaria, obviamente). El queso es un gran aliado, sin duda.
Pero aparte de esto, también ofrece beneficios nutricionales, como:
Queso, lactosa y lactasa
Es bastante común que los perros se sientan atraídos por el queso. Pero no basta con que les guste un alimento para poder dárselo con tranquilidad, sino que debemos asegurarnos de que sea beneficioso para ellos o que, al menos, no les haga daño. Es en este sentido que el queso puede ser problemático.
El queso es un producto lácteo y, como tal, contiene lactosa, que es un azúcar presente en la leche. Para digerirlo necesitas tener una enzima llamada lactasa. Los mamíferos la tienen durante su etapa infantil, pero la pierden cuando termina. El resultado es que la lactosa no se digiere bien y la consecuencia son problemas digestivos.
Qué comida le hace daño a los perros
El chocolate es uno de los alimentos más comunes que puede incluso matar a un perro. Algunas sustancias presentes en el cacao pueden provocar intoxicaciones animales. El chocolate contiene cafeína y teobromina, una sustancia que puede causar un gran daño al sistema nervioso de los perros.
La teobromina también puede causar alergias, arritmias, convulsiones y aumento de la presión arterial.
El chocolate negro es el peor, porque tiene un alto porcentaje de teobromina.
Ajo y cebolla
Esta combinación puede matar los glóbulos rojos de un perro y provocarle anemia. Esto es complicado porque una pequeña dosis no puede hacer mucho daño. Sin embargo, una dosis grande o pequeñas dosis regulares pueden provocar una intoxicación. Los síntomas pueden incluir debilidad, vómitos, dificultad para respirar y pérdida del apetito. ¡Así que ajo para los vampiros!
¿Los perros pueden comer queso fresco?
El queso fresco es una opción ideal para empezar a acostumbrarlos al sabor del queso, siempre en porciones pequeñas. Es un alimento ligero y fácil de digerir, por lo que funciona muy bien como primer paso. Otro aspecto a tener en cuenta es qué tipo de leche utilizada en la elaboración del queso les conviene más.
A la hora de elegir el queso fresco que queremos administrar con moderación, es más probable que el elaborado con leche de cabra le sepa bien a nuestro perro. La leche de vaca es, sin duda, la que más fácilmente puede causar problemas de digestión, por lo que hay que tener cuidado con los quesos elaborados con ella. Los perros pueden comer queso fresco, pero no todos sabrán igual.